Historia de Campillos

Campillos ocupa una buena situación geográfica en las comunicaciones con ciudades importantes como Antequera y Ronda. Esto ha favorecido desde muy antiguo, el tránsito de personas y mercancías por sus tierras, como prueban los restos arqueológicos pertenecientes a la prehistoria, hallados en algunos cerros próximos al pueblo. En el Castillón, se han descubierto restos que parecen indicar la presencia de un asentamiento ibero-romano, en los que se han encontrado fragmentos de cerámica y monedas. También debió existir un enclave visigodo, a juzgar por los tres capiteles encontrados en el Moralejo, en la actualidad convertido en el Colegio San José.

A pesar de todos estos hallazgos, no se tiene documentación del núcleo de Campillos hasta el siglo XV. Tras la conquista de Teba por Ramírez de Guzmán y la posterior pacificación de la zona, pobladores procedentes de Osuna se establecieron como carboneros y ganaderos ya que abundaban los bosques de encinas y los pastos para el ganado. Posteriormente llegaron pobladores de Teba y Antequera.

En esa época, Campillos pertenecía administrativamente a la localidad de Teba, hasta que en 1680 consiguió la autonomía mediante el privilegio de jurisdicción.

Desde la construcción de su primera iglesia en 1536 a la conclusión de la de San Benito (1821) se ha ido configurando el pueblo. Las viejas chozas se transformaron en buenos edificios, con calles amplias que confluyen en espacios públicos y bien pavimentadas. Se crearon el hermoso parque José Hinojosa y los jardines de la plaza de España.

El poeta ilustre Don José María Hinojosa, nacido en Campillos en 1904, fue impulsor del surrealismo en España, junto a sus amigos de la generación del 27 como Vicente Aleixandre, Dalí, Alberti, Prados y Federico García Lorca que al igual que él sería asesinado durante la Guerra Civil, en Málaga el 22 de agosto de 1936.

En 1975, con la construcción del Embalse de Guadalteba y la desaparición del pueblo de Peñarrubia bajo sus aguas, el término de Campillos se amplía incorporando las tierras del desaparecido municipio.

En la actualidad, Campillos basa su actividad económica en la agricultura de secano, la ganadería porcina, la avicultura y la industria de la piel. Esta última es de gran fama dentro y fuera de la provincia y atrae a muchos visitantes de la provincia y fuera de ella, expresamente para adquirir artículos de peletería como trajes, maletas y complementos de vestir.

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